¿Que soluciona la Super-MorenoCard?

El gobierno finalmente anunció que lanzaría la Super-MorenoCard en abril, y ha planteado la extensión de la vigencia del supuesto "acuerdo de precios por 60 días más".

En ese sentido es preocupante el hecho de que no se busque solucionar el problema de fondo, que es la constante pérdida del poder adquisitivo de los sectores de ingresos fijos, ni atacar las causas de la inflación. 

La Súper-MorenoCard trata de emparchar un congelamiento de precios que no está dando resultados visibles. Pensar en el hecho de que los supermercados tomen como incentivo para extender un supuesto congelamiento  (no verificado en las góndolas) hasta el 31° de mayo o hasta las elecciones, la tarjeta de Moreno, con rebaja al 1% de la comisión que los operadores retienen por el servicio; lo que hace es que el gobierno otorgue un nuevo negocio a los supermercados para que éstos incrementen más sus márgenes de ganancia a cambio de la promesa de hacer más gradual los aumentos, pero sin ninguna garantía concreta de que éstos se detengan o, mejor aún, tiendan a la baja. En éste marco, los precios finales serán los mismos que vemos hoy en las góndolas. Es mentira aquello de que los precios bajarían 2% como la comisión. Quienes capitalizarán ese 2% son los supermercados, no la gente. Van a competir con las demás entidades, que ahora ya no serán excluidas de las operaciones en los supermercados; con lo cual la MorenoCard ya no será tan "Única" ni tan "Súper.

La otra cara oculta de esta trama son los intereses usurarios que cobran bancos y entidades financieras en las tarjetas al momento de financiar a los consumidores finales, que llegan a alcanzar un Costo Financiero Total del 50% sobre las compras. Por esta vía, el sector financiero se apropia grandes ganancias y parte importante del crecimiento económico, motorizado por el consumo interno. Por ejemplo, no es casualidad que los años en que multiplicaron sus ganancias son 2009 y 2011. En este caso particular de la Super-MorenoCard, en ningún lado se ha dicho ni escrito que el Banco Nación no vaya a cobrar idénticos intereses que los que hoy cobra. No está claro qué beneficio tendremos los consumidores, si es que están contemplados, ni que impacto positivo en bajar la inflación; tendrá la medida. Más anuncios, más de lo mismo.

El gobierno, fiel a su retórica, dice que quiere "recortar ganancias a los bancos". En todo caso, si esto es lo que efectivamente quiere, ya que ganaron $19.500 en 2012 (+35% respecto a 2011), habría que reformar la ley de entidades financieras y reponer, entre otras cosas, el impuesto a estas transacciones. Pero la medida no va en ese sentido. Aparece más bien como favor en beneficio de los sectores más concentrados, los formadores de precios y los grandes supermercadistas. No es casualidad que la propuesta haya salido de  firmas como Carrefour, una de las seis cadenas que monopolizan el mercado. 

Ernesto Gómez Rossi - María Bestregui
ISEPCi - Tucumán